jueves, 25 de agosto de 2011

Jóvenes Guerrilleros






Los jóvenes han sido importantes protagonistas de la historia del siglo XX en diversos sentidos. Su irrupción en la escena pública contemporánea de América Latina puede ubicarse en la época de los movimientos estudiantiles de finales de la década de los sesenta... Aunque en ese entonces fueron mas propiamente pensados como "estudiantes", empezaba a ser claro que un actor social que tendía a ser visto con temor o con romanticismo y que había sido "construido" por una pujante industria cinematográfica como un "rebelde sin causa",afirmaba, a través de sus expresiones, una voluntad etc. participar como actor político de manera enfática, los movimientos estudiantiles vinieron a señalar los conflictos no resueltos en las sociedades "modernas" y a prefigurar lo que sería el escenario político de los setenta. 

Cuando muchos jóvenes se integraron a las guerrillas y a los movimientos de resistencia, en distintas partes del continente, fueron pensados como "guerrilleros" o "subversivos". Al igual que en la década anterior, el discurso del poder aludió a la manipulación a que eran sometidos "los jóvenes" por causa de su "inocencia" y enorme "nobleza", como atributos "naturales" aprovechados por oscuros intereses internacionales. 

La derrota política, pero especialmente simbólica, aunada al profundo desencanto que generó el descrédito de las banderas de la utopía y el repliegue hacia lo privado, volvieron prácticamente invisibles, en el terreno político, a los jóvenes de la década de los ochenta. 

Mientras se configuraba el "nuevo" poder económico y político que se conocería como neoliberalismo, los jóvenes del continente empezaron a ser pensados como los "responsables" de la violencia en las ciudades. Desmovilizados por el consumo y las drogas, aparentemente los únicos factores "aglutinantes" de las culturas juveniles, los jóvenes se volvieron visibles como problema social. 

Los chavos banda, los cholos y los punks en México; las maras en Guatemala y El Salvador, los grupos de sicarios, bandas y parches en Colombia los landros de los barrios en Venezuela, los favelados en Brasil, empezaron a ocupar espacios en la nota roja o policíaca en los medios de comunicación y a despertar el interés de las ciencias sociales
Al finalizar la década de los ochenta y en los tempranos noventa, una nueva operación semántica de bautizo estaba en marcha: se extendía un imaginario en el que los jóvenes eran construidos como "delincuentes" y "violentos". El agente manipulador de esta etapa, seria la "droga". Así arranco la última década del siglo XX. "Rebeldes", "estudiantes revoltosos", "subversivos", "delincuentes" y "violentos", son algunos de los nombres con que la sociedad ha balizado a los jóvenes a partir de la última mitad del siglo. Clasificaciones que se expandieron rápidamente y visibilizaron a cierto tipo de jóvenes en el espacio público, cuando sus conductas, manifestaciones y expresiones entraron en conflicto con el orden establecido y desbordaron el modelo de juventud que la modernidad occidental, en su "versión" latinoamericana, les tenía reservado. 


Pero, sin alusión a la fuerte crisis de legitimidad de las instituciones de los sesenta, ni al inicio de la crisis de los Estados nacionales y al afianzamiento del modelo capitalista de los setenta, ni a la maquinaria desatada para 
reincorporar a los disidentes a las estructuras de poder en los ochenta, y mucho menos, sin hacer referencia a la pobreza creciente, a la exclusión y al vaciamiento del lenguaje político de los noventa, resulto fácil convertir a los jóvenes unto en "victimas propiciatorias", en receptores de la violencia institucionalizada, como en la figura terrible del "enemigo interno" que transgrede a través de sus practicas disruptivas los ordenes de lo legitimo social .

El siglo XXI arranca con evidentes muestras de una crisis político-social. De maneras diversas y desiguales, los jóvenes han seguido haciendo estallar las certezas y han continuado señalando, a través de los múltiples modos en que se hacen presentes, que el proyecto social privilegiado por la modernidad en América Latina ha sido, hasta hoy, incapaz de realizar las promesas de un futuro incluyente, justo y, sobre todo, posible. 












martes, 23 de agosto de 2011

¿QUÉ ES UN EMMO?

Es una moda urbana. emo viene de la palabra emocional y son personas q viven todo demasiado sencible es decir algo q les causa felicidad es con euforia y algo q les causa tristeza lo viven con una gran depresión.se van a laextremo con respcto a las emociones q viven.Estas personas llegan a lastimarse para sentir el dolor lo llegan a hacer cortandose y asi viven felices en su estado de vida , pues ellos se preparan para el bien morir , (comentan).
Se visten con pantalones entubados y la mayoria son bastante delgados(as)su peinado varía bastante pero siempre se ven con el cabello desarreglado y siempre tapandose un ojo con un copete , pues dicen q solo asi no ven la triste realidad en la q viven.Se maquillan en la mayoría con ojos delineados en negro y algunos llegan a traer piercing.Les gustan los zapatos a las chicas llamaticos de colores tipo verdes amarillos y en tenis unisex con calaberitas y tipo convers algunos consideran q es una copia de los punk con darks y por esa razón tienen enfrentamientos y no los quieren .


lunes, 22 de agosto de 2011

CULTURA Y MODERNIZACION



El término “cultura”, siendo un término análogo, tiene connotaciones que le vinculan con remanentes de tradición que  entrampan su definición en un aparente círculo vicioso. La sola referencia, trae consigo una carga  connotativa, una herencia que no se resuelve con la sustancialización de la amalgama o del mestizaje. Cuando lo enunciamos, lo hacemos irremediablemente desde la tradición y la identidad.
Así como sólo desde nuestro hablar podemos reflexionar sobre el lenguaje, del mismo modo,  únicamente desde la tradición que nos inscribe podemos preguntar por la cultura.
La tradición es lo originario. Siempre nos remonta a los orígenes. Su transitar desborda todo  cauce y configuración determinada. No somos nosotros los que la escribimos, sino ella la que asigna nuestro modo de ser en el devenir de su  narración. Por eso, la tradición tiene la inercia de la narrativa y la vida, la literalidad de la poesía.

La tradición no es atavismo ni cadena causal que determina nuestra identidad. Antes bien, tradición e identidad se abren paso en el escenario de lo no dicho, en aquellas  playas con las que Foucault metaforiza la experiencia humana y que muestran cómo siendo la playa, no es ya ni el mismo mar ni las mismas arenas.

En la identidad confluyen todos los elementos constitutivos de lo que somos: psíquicos, sociales, gnoseológicos, éticos, políticos, estéticos y valoracionales. García Canclini lo expresa de  una bella manera: La identidad es una construcción que se relata.

Entre la tradición y la modernidad. Los medios electrónicos de enlace y de almacenamiento de información dieron cumplimiento a la  fantasía moderna de estar presente en múltiples lugares al mismo tiempo. La  multilocación es, en  realidad, la multiplicación de la mirada hasta poder observarlo todo en detalle, modificando nuestra representación espacio-temporal. La posibilidad de verlo todo y de disponer de toda la información de manera rápida y eficiente, pronto generaron la ilusión de la simultaneidad y de omnipresencia.

Con el advenimiento de los medios, lo que experimentamos no es ya el fenómeno de la comunicación, sino la existencia del otro a través de nuestra mirada. Por decirlo así, es saber que el otro me mira lo que me hace tomar conciencia de que también soy objeto, de que al ser mirado mi conducta se  altera.

Esta presencia, inquietante y extraña en un principio, se cotidianiza, se  normaliza. Así, lo que en un inicio es invasión, termina por convertirse en algo familiar.  Es esa “mirada omnipresente” y esa “memoria” capitalizada en bancos electrónicos lo que  constituye el estigma de nuestra época. El mundo se compara, se extraña, se mezcla, se asimila en el  ir y venir de otros modos de vida, otras producciones, imágenes de otros pueblos. Es eso que se ha  dado por llamar “globalización”. En esto consiste la modernidad cultural.

 “La inevitable modernidad”, como la llama Roger Bartra;  su rostro anglosajón ha invadido  el territorio mexicano con sus variadas producciones (cine, música, televisión, etc.), llenando a sus  pobladores de nuevas fantasías y frustraciones. Esta irrupción ha provocado el desmantelamiento  del discurso oficialista de la identidad nacional (autoritarismo disfrazado de nacionalismo), generando la disociación entre nación y sociedad moderna. Pero ya nada puede detener la transformación cultural. La identidad  del mexicano ha dejado de ser una política de Estado para  permitir el libre flujo de la construcción simbólica, desarticulando las categorías nacionalistas

La modernización, parámetro de lo actual (o viceversa), como señala Monsiváis, nos  seduce, nos confronta. Esta presencia seductora de otras formas de vida y de consumo, aparecen  como una seria amenaza para lo regional: su cultura, su identidad y sus tradiciones. La imitación es  alienación y el consumo es asimilación. Esta preocupación ante el peligro de dejar de ser lo que  somos, ésta pérdida gradual de nuestro universo simbólico, ha propiciado que diversos autores se  hayan dedicado en los últimos años, a reflexionar sobre lo que esto significa.

En términos generales, suelen definir la cultura como el conjunto de simbolizaciones, significados, valoraciones, normas y comportamientos propios de una comunidad social, dada en un  espacio y en un tiempo. De esta manera, la cultura actúa como un vínculo de sentido y normatividad que marca las reglas del juego. La cultura es dinámica. Se transforma constantemente: cambian hábitos, ideas, las maneras de hacer las cosas y las cosas mismas, para ajustarse a las transformaciones que ocurre en la realidad y para transformar a la realidad misma.

La defensa de la cultura e identidad propias, ha conducido, al consenso de un rechazo a la concepción de la Cultura como un producto aparte de la vida misma y sus vicisitudes, desde lo más  inmediato hasta lo más abstracto, como lo señala García Canclini:
La cultura designa, en la actual perspectiva, la dimensión simbólica presente en todas las prácticas de todos los hombres, con lo cual a la vez que se afirma su imbricación en lo económico y social se crea la posibilidad analítica de distinguirla.

La  paradójica cercanía de lo extraño instaura una nueva dinámica social: la desterritorialización; una presencia “virtual” que prescinde ya de la simbolización territorial y se abre a nuevos vínculos  y reconocimientos. Se percibe, en el proceso de globalización, un “descentramiento” y “deconstrucción” de la cultura occidental, propiciando un cambio significativo tanto en las cosmovisiones como en los usos y hábitos. 
Así, en “este bricolage donde se cruzan diversas épocas y culturas antes alejadas”, la globalización ha de pasar por el caos inicial generado por el desborde de los límites territoriales de la cultura:La heterogeneidad cultural semeja la implosión de significados consumidos, producidos y reproducidos y la desestructuración concomitante de representaciones colectivas, los problemas de la identidad y su búsqueda, una confusión de demarcaciones temporales, parálisis de la imaginación creativa, pérdida de las utopías, atomización de la memoria local, caducidad de las tradiciones.

En este escenario, la identidad no será ya una adversativa irreductible y excluyente entre la tradición  y la modernidad; por el contrario  -asevera Giménez-,  la interacción cultural conduce cada vez más  a una reafirmación de las identidades étnicas y regionales, la  globalización económica y la internalización de la cultura, lejos de conducir a la liquidación de los particularismos locales y culturales, contribuirá (como ya está ocurriendo) a su reafirmación y revitalización.

Tal vez, se podrá llegar al momento en que ya no anhelemos  lo otro  como algo novedoso y  seductor, simplemente porque ya no será algo desconocido

 

viernes, 19 de agosto de 2011

JÓVENES POETAS:NO EXISTE SEQUÍA CREATIVA.


Son poetas menores de 30 años de edad que han ganado premios, que se acercan al público en presentaciones y lecturas. Representan a la nueva generación de poetas mexicanos, y además son editores, traductores, abogados ofreelancean para seguir con lo que les apasiona: escribir poesía.
Leen a sus contemporáneos y se apoyan creando colectivos, ofreciendo talleres, colocando links en sus blogsque llevan a las páginas de otros poetas, de revistas, de convocatorias, becas y premios.
No temen a las nuevas tecnologías, entre las cuales se encuentra, por supuesto, Internet, pero también se valen del video o la música para aproximarse a sus lectores, para alejarse de la solemnidad y crear así brevesperformances.
Estos seis poetas son apenas una pequeña muestra de las inquietudes y retos que enfrenta la nueva generación. Hablan Daniel Malpica, Manuel de J. Jiménez, Anaïs Abreu, Claudina Domingo, Iván Cruz Osorio y Christian Peña.
Vivir de la poesía en este país es casi imposible. Es una complicación en el sentido de la sobrevivencia, dice Anaïs Abreu, de 27 años, quien se dedica a este género literario desde los 17.
Tiene tres libros publicados, con la particularidad de que ella misma los elabora. Aprendí a encuadernar artesanalmente. El tiraje del primero fue de 30 ejemplares nada más, porque es cosido con cabello. De los otros voy haciendo los que necesito; si se acaban, encuaderno más, y con lo que gano hago otros.
Además de escribir libros y actualizar su blog (http://sorjuanais.blogspot.com/) ofrece el taller de poesía artesanal (poesía y encuadernación) en Casa de Mora, y forma parte del colectivo Poetas del Megáfono. “Nos agrupamos –dice– para defendernos en un mundo o en un ambiente en el que a veces es difícil ser escuchado; un colectivo te da un poco más de fuerza, te abre puertas a las que tal vez como individuo sería más difícil acceder.”
Sin embargo, pertenecer a colectivos o redes no significa que escriban sobre lo mismo; cada quien mantiene su individualidad creativa, y también funciona para conocer lo que están haciendo los demás, así como para ofrecer su trabajo mediante correos electrónicos, contestar mails, estar pendientes de los blogs que crean en laworld wide web y, en el caso de Poetas del Megáfono, para encuadernar libros,intercambiar opiniones y retroalimentarnos, explica Anaïs, quien participó junto con Manuel de J. Jiménez, Yaxkin Melchy, Angélica González y Daniel Malpica, en Ecos III, encuentro de poetas jóvenes que se realizó en Casa del Lago, y cuya tercera y última sesión fue suspendida por la emergencia sanitaria.
Daniel es el organizador de este encuentro, tiene 20 años y escribe en serio desde hace tres; es fundador del grupo Devrayativa (http://devrayativa.blogspot.comque más que un colectivo es un sendero
En la poesía joven hay muchísima iniciativa, hay trabajo; los jóvenes estamos creando. Hay quienes no tienen acceso a espacios para dar a conocer su trabajo; ahí entra Ecos, encuentro que se creó hace dos años.
Ante la dificultad de publicar en editoriales, Daniel, quien nació en la ciudad de México, dice: “eso nos interesa, porque es bonito, es padre que te den tu librito, pero no es lo más importante. Lo más importante es que te lean, que vean tu trabajo, eso es lo que verdaderamente nos interesa. Yo estoy muy satisfecho de haber ido al Metro a tocar y regalar mis poemas, y que me pagaran con una sonrisa.
Internet nos sirve porque su rango de alcance es global y nos ha permitido conocer personas de otros países, obtener obras que de otra manera no conseguiríamos; hay gente que está trabajando. Queremos que se vea lo que hacemos y que no hay una sequía intelectual, creativa, artística ni amorosa, puntualiza Daniel.
Manuel de J. Jiménez marca una diferencia entre un colectivo y una red. “No pertenezco a ningún colectivo, sino a la Red de poetas salvajes, la cual busca ser un movimiento de revaloración y reconstrucción de la poesía mexicana, cada quien con sus poéticas; además, hacemos una revista que se llamaTrifulca”, la cual él dirige y que también es una editorial virtual. Ahí fue donde publicó su libro Los autos perdidos.
Manuel tiene 23 años y escribe poesía desde hace seis; estudia Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México.
“Siempre se ha manejado que el lenguaje del Derecho y el de la poesía son antagónicos; el primero es de poder y el segundo de libertad; pero hay puntos en los que logran unirse, porque son creativos, totalizadores.
“La poesía es como una reinterpretación de las cosas, del universo, y el derecho –con métodos distintos– también trata de contemplar y hacer hipótesis de todo. Por eso me nació la idea de buscar vasos comunicantes entre ambas.
“Mis temas principales –añade– son desgarradores: melancolía, desasosiego, existencialismo, lo kafkiano. No trato de emular a Kafka, sigo su pista, pero con la poesía.”
Sí le interesa publicar y está en pláticas con una editorial; mientras tanto lleva su poesía a la red enhttp://manualmanuel.blogspot.com
Iván Cruz Osorio, Claudina Domingo y Christian Peña participaron en el ciclo Nacidos en los 80, realizado en Casa del Poeta Ramón López Velarde.
Iván, de 29 años y dedicado a la poesía desde los 20, dice que publicar en las grandes editoriales es casi imposible. Es secretario de redacción de la revista Viento en vela, y también tiene su blog(www.ivancruzosorio.blogspot.com). Su obra aparece en las antologías Espacio en disidenciaUn orbe más ancho: 40 poetas jóvenesLos mejores poemas mexicanos 2005 y 2006, entre otras.
Nacido en Tlaxiaco, Oaxaca, Iván destaca que en esta generación los poetas jóvenes publican sus propios libros; ellos los venden y distribuyen. Es una acción a contracorriente de lo que pasa con las grandes trasnacionales, además de que las editoriales independientes son las que sí se han lanzado a la aventura.
Traductor y freelance, también resume los temas que ocupan a los poetas de su generación. “Hay un tono de cinismo, de desazón, de desencanto. Creo que nuestra generación lleva la decepción de lo que ilusionó a nuestros padres. A mediados de los año 80 estaba la izquierda, el PRD, Cárdenas, las elecciones, el fraude del 88, los movimientos estudiantiles. Había una efervescencia, la búsqueda de la democracia, derrotar al PRI.
“Sin embargo, para nosotros, llegar a 2000, ver lo que pasó –para quienes votaron por el PAN–, de pasar de decir ‘esto es un nuevo amanecer’ a la desilusión total... Nuestra generación recoge esa depresión de nuestros padres, y estamos así no sólo en lo político, sino también en el tema del amor, que ya no se ve como antes.
El enfrentamiento con el amor es distinto al de hace 15 o 20 años; el hombre y la mujer se comportan de manera diferente. Estamos en un río revuelto, en el que predomina la desazón de no saber.
Claudina Domingo, de 26 años y nacida en el Distrito Federal, dice: veo gran diversidad de poéticas, de preocupaciones, de estilos, de intenciones; por ejemplo, hay una exploración del tema gay que no había en épocas anteriores.
Ella publicó el libro Miel en ciernes, en la editorial Praxis, y su blog eswww.caballitodetroya.com, aunque en él, más que difundir su trabajo, busca hacer reír a otros.
“Finalmente, no sé si el libro es un tótem, pero yo sí quiero uno impreso. La utopía –que no debería serlo– es tener difusión, que tus libros se vendan en las librerías; esa es realmente una meta altísima. Muchas veces las editoriales que están dispuestas a publicarte no tienen penetración en librerías; está bien, pero si alguien quiere conseguir tu libro le cuesta trabajo.”

Christian Peña es uno de los pocos que no tienen página en Internet. Soy pésimo para eso, dice quien ha sido becario de la Fundación para las Letras Mexicanas dos años consecutivos.Pienso que los poemas deben estar en papel, porque es distinto leerlos si están en pantalla. Si algo no me gusta, en papel lo puedo rayar.
Nació en la ciudad de México en 1985, su obra se ha publicado en revistas como AlforjaTierra Adentro y Blanco Móvil. Su libro, Lengua paterna, será editado por el sello Ediciones sin nombre, que dirige José María Espinasa; el otro se llama De todos lados las voces, el cual obtuvo el Premio Jaime Reyes de Poetas Jóvenes, por lo que será publicado por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
Hasta ahora, añade, no he buscado la publicación. Nunca lo he hecho. Sus temas varían: a veces me puede preocupar un personaje literario. Un tema recurrente es hablar sobre la enfermedad. En realidad es una manera de juntar los miedos.
Al escribir poesía puedo expresar mejor lo que pienso y siento. Me gusta la síntesis de la poesía y todo el trabajo de campo que se hace para decir algo, creo que es un diálogo cara a cara con el lector, más íntimo, porque no se vale mentir, debe ser una cosa franca, verdadera, consciente. Me gusta escribir poesía porque me gusta leer poesía.
Sin embargo, reconoce que no lee a los poetas de su generación, porque “de alguna manera los poetas escribimos desde una misma época sin importar si tenemos 60 o 20 años. Lo que cambia es la forma de interpretar el tiempo en que vivimos.
No entiendo mucho esa cosa de marcar generaciones; es práctico para hacer ciclos y encuentros, pero creo que en alguna medida todos somos contemporáneos.

jueves, 18 de agosto de 2011

HIP-HOPNIZANDO



El hip-hop empezó a desarrollarse en los barrios pobres del Bronx, comuna del norte de la ciudad de Nueva York, a fines de los años setenta. Como algunos otros movimientos artísticos, su desempeño incluía medios variados; en el caso, fueron los que ahora se llaman los cuatro elementos del hip-hop. MCing fue la rítmica y estilizada entrega del texto del rap, siendo recitada o improvisada. El MC, quien comenzó siendo Master of Ceremonies, ahora más frecuentemente se llama rapero (rapper). DJing fue la nueva técnica de manipular música existente en discos de vinil para hacer otra música, basada en beats (los golpes del ritmo). Entonces “D.J.” refería a un disc jockey, tal como de estación de radio. B-Boying (o breakdancing) fue la danza típica del estilo, frecuentemente ejecutada en lugares públicos con equipos de sonido portátiles, los así llamado ghetto blasters. El grafitti, hecho con pintura spray, se conoce todavía, pero en aquella poca llevaba más arte y se veían obras realmente substanciales. Tal como notado, todos los cuatro elementos han cambiado en los últimos 25 años. Se supone que originalmente no había distincción de rango entre los cuatro; sin embargo, en la época moderna uno notará la “hegemonía de rap en el hip-hop”.




 A través de su historia, la música hip-hop se ha expresado en varios subestilos de gran diversidad. Al principio, las fiestas de la calle (block parties) hospedaban DJs que tocaban discos con sus propios aparatos, mientras los MCs calentaban la onda con energéticos anuncios y cantitos. Grupos (crews) de MCs confrontabanse en batallas (battles) épicas. Aquella época terminó cuando se convirtió en normal que esas fiestas terminasen con disparos de fuego, la audiencia huyéndose y atropellando los caros sistemas eléctricos. Menos mal que la popularidad de tales formas ya proveía para que canciones se grabasen en estudios profesionales.

Las primeras canciones hip-hop lanzadas al público aparecieron en Nueva York en 1979; artistas prominentes fueron el DJ Grandmaster Flash y los raperos Sugar Hill Gang. En esa época, hiphop tuvo mucho que ver con el denominado disco; incluía referencias al estilo, los cuales rápidamente desaparecieron cuando el disco perdió su fama. Los sencillos se lanzaban en discos de 12 pulgadas y 45 RPM, de sellos pequeños y locales. Hip-hop de repente incluía mucha experiencia humana, humor y romance, y fue el sujeto de varias películas anchamente estrenadas,tal como Beat Street y Wild Style. En todo caso, pasado 1984, no había duda que el hip-hop no paró de evolucionar. Run-DMC intrudujo la guitarra eléctrica al hip-hop, con fuertes vocales que los separó de la onda festiva que hasta entonces compuso el estilo. Empezó aparecer en forma de LP (33 RPM) con diez canciones por disco. Electrofunk incorporaba una más experimental música electrónica sin dejar de ser bailable. Entonces surgieron raperos políticos y enojados,como Chuck D de Public Enemy. Luego esta tendencia vió su contrareacción: grupos como De La Soul quien se interesaban por paz y 
felicidad.


A la vez, hacia el fin de los 80, el violento rap pandillero (gangster) se hizo importante. Aquel movimiento fue liderado por suaves, peligrosos raperos de Los Ángeles como Dr. Dre (ex- N.W.A.). Hoy en día el rap underground (bajo tierra), un estilo intelectual, es la respuesta estilística al gangster. También tiene tierra natal en California, pero más bien concentrado en Oakland, donde se ubican las carreras de grupos como Hieroglyphics.
Desde el principio el hip-hop fue un estilo de los marginalizados. Ahora la omnipresencia de ciertos raperos indica que ya penetraron la cultura popular, pero a lo largo el estilo ha conservado su sentido de rebeldía. En Latinoamérica tal como lo demás del mundo, es posible ver la estética del hip-hop como un homenaje a la cierta subcultura estadounidense. Ya que todos los países tiene propias tradiciones musicales, la importación del hip-hop se ve con sospecha, semejante tal vez a lo que se encontraba durante su periodo de acensión en Estados Unidos.



De aquel modo describió Hermano Vianna, musicólogo brasileño:

“corriendo el riesgo de hacer una generalización precipitada, encuentro
plausible afirmar que el grado de 'exotismo' de un fenómeno es una
función casi directa de la posibilidad de verlo transformado en un
estereotipo por grupos para los cuales este fenómeno es considerado
exótico.”

Es cierto que los ritmos roncos y repetidos del hip-hop gustan mucho menos a la gente cuya niñez no los incluyó. El rap se agrega como un desafío, fuerte, masculino, y sin compromiso. Jóvenes lo escuchan para reflejar su desacuerdo o rebelión, y para la gente de edad mayor cualquier ejemplo es un desastre.

Hay una fuerte asociación del hip-hop con fiestas y especialmente el uso recreacional de marihuana. Raps mencionan al alcohol, especialmente en el estilo pandillero, pero la yerba ilícita ocupa lugar de honor. Entre otros géneros el hip-hop no es único que los fanáticos y artistas la hacen parte de la experiencia musical; pero es único en la franqueza con que representa aquella obsesión. Esa dedicación se nota en los nombres del seminal grupo brasileño, Planet Hemp (“Planeta cáñamo”) y del famoso disco de Dr. Dre, The Chronic (jerga angeleña para la más fuerte marihuana). Cypress Hill y Los Tetas son integrantes del la subcultura específica de la marihuana. Es de una forma leve rebeldía social por contrar la ley. Molotov y Los Tetas tienen la gracia de ser juguetones, particularmente en el campo del sexo. No son muy buenos para el amor, pero tienen un humor provocador, cuya frescura es poco usual en el rap de los Estados Unidos. Este hecho refleja que el hip-hop latino se diferencia a lo estadounidense por la ausencia relativa de sentido político, aunque podría explicarse porque la época de tal estilo ya pasó y hoy el rap político tampoco es relevante en el norte.


Como Latinoamérica no comparte esa historia, el canon de hip-hop allá no tiene el mismo nivel de rebeldía. Además, allí el hip-hop no exhibe la relativamente estricta separación entre las razas que se ve en su país natal. Así que aunque es un género extranjero, no tiene que significar tanta oposición cultural como en los Estados Unidos. Especialmente las formas bailables del caribe exhiben insubstancialidad y grande popularidad. Es verdad que también existe rap con contenido político o nacionalista: Molotov, interesado por el mexicanismo aunque tiene un miembro estadounidense, se queja de la corrupción e indemnidad de oficiales. El gobierno cubano apoya el desarrollo de rap nacional a la vez que los exiliados Orishas graban discos en Paris con samples del son cubano y temas de la santería.
Los artistas cubren un rango ancho de niveles socioeconómicos, de marginalizado a educado. Pertenecen a subculturas variadas, con los cuales asocian actitudes tal vez representativas de aquel modo de vivir. El otro gran grupo social al cual todos pertenecen es determinado por sus lenguas maternas. En este respecto Cypress Hill viene de un lugar anglo- y hispanohablante, Racionais MC's de uno que es lusofono, y los demás del mundo exclusivamente hispanohablante.

Racionais MC's y Cypress Hill representan el barrio, los pobres, y razas subordinadas. Los protege con brevedad y cuentos chocantes. Su éxito puede considerarse como un portal para que la sociedad afuera pueda conocer lo cotidiano de aquellos pueblos marginalizados. En imagen no es tan fino; es una presentación violenta. Pero porque está muy enfocado en un lugar específico, al cual no hay que ir, atrae el interés voyerístico de otros pueblos. Claramente no quieren meterse en el caos legitimado por las letras; es que para esa audiencia, los cuentos son tan exagerados que se pueden considerar ficción.
Los grupos bien internacionales son Molotov y Makiza. Suyos raperos son gente que ya viajaron o vivieron en otros lugares, y si no lo discuten mucho, es que tienen una calma admirable sobre su circumspección. Es decir que traten temas profundos – irónicamente con estilos casi opuestos. Diferenciados de los muchos raperos que se enfoquen en sus propios barrios, aquellos son conscientes del mundo afuera.



miércoles, 17 de agosto de 2011

¿QUÉ ES LA CULTURA POLÍTICA?

 El interés  por estudiar la  cultura política  ha aumentado y con ellos los trabajos cientistas  sociales que abordan el tema. Los intentos por explicar la actividad politica a partir  de factores culturales adquieren  cada vez mas significacion, dadas las contradicciones que aquejan a las sociedades contemporaneas y cuya solucion se haya sujeta  de manera importante a las transformaciones estructurales incluyendo aquellas subjetividades individuales.

La noción de cultura política es tan antigua como la reflexión misma sobre la vida política  de una comunidad. para referirse a lo que hoy llamamos cultura política, se ha hablado de personalidad, temperamento, costumbres, carácter nacional o conciencia colectiva, abarcando siempre las dimensiones subjetivas de los fenómenos sociales y políticos. Desde los orígenes de la  civilización occidental ha existido una preocupación por comprender de que forma  la población organiza y procesa sus creencias, imágenes y percepciones sobre su entorno político  y de que manera estas influyen tanto en la construcción de las instituciones y organizaciones políticas de una sociedad como en el mantenimiento de las mismas  y los procesos del cambio












El termino de cultura política ha pasado a formar parte del lenguaje cotidiano en las sociedades contemporáneas. En la  prensa, en los medios electrónicos de comunicación y hasta en conversaciones informales, con frecuencia se hace referencia a la cultura política para explicar  las actitudes, reacciones o incluso el comportamiento en general de una población frente a lo político. Sin embargo la frecuencia con la que se utiliza el termino no implica necesariamente que sea totalmente entendido, si no por el contrario, la gran  mayoría de personas que utilizan el termino no entienden claramente el significado.

Lucian Pye define la cultura política como la manifestación psicológica y subjetiva que posee el individuo  acerca de la política, así mismo la cultura política se refiere lo mismo al comportamiento derivado de las condiciones sociales, económicas y sus instituciones políticas vigentes, como las actitudes que los diferentes actores del sistema político  asumen al relacionarse. De esta manera, los traductores políticos y sociales  participan en la construcción del sistema de personalidad y determinan  las actitudes sociales y culturales frente a lo politico   y a la política. Los aportes que el estudio de la cultura política brinda, están dados en la forma en que se externaliza la relación que existe entre el sistema político y la acción de los actores y como dichas acciones afectan al sistema político.

La cultura política de los individuos es, por tanto, reflejo y resultado de la interacción que el individuo tiene entre las diferentes esferas que compone a la sociedad los efectos objetivos y subjetivos, es decir, la cantidad de información que posee el individuo resultado de su interacción con su entorno y el resultado de su  praxis se traducen en la manifestación de una cultura política determinada, En este sentido las condiciones históricas y sociales, llámese normas, creencias, valores, de cada grupo particular, ayudan a comprender comportamientos de  los diferentes grupos que conforman a la sociedad.

En las percepciones individuales se encuentran inmersas una serie de anticipaciones o hipótesis fundadas en las experiencias pasadas, no solo del individuo si no de las que el individuo a observado en su entorno, en este sentido la cultura política  tiene que ver con la reproducción  de la situación que lo determina. La cultura política es producto de una determinación indirecta  del medio social que rodea al individuo en su espacio físico y social.




Por otro lado los individuos  al vivir en sociedad crean mecanismos de interacción y de intercambio de información que les permite generar el conocimiento  del que ellos mismos forman parte y que les permite reproducir su orden social. La cultura política se puede resumir como el conjunto de percepciones de valoraciones y de acciones  o practicas, en torno a la política, que son adquiridas como respuesta a la interacción que tiene el individuo con su medio social en el que se desenvuelve.
De la cultura política se derivan hábitos y formas de comportamiento que encierran implicaciones y repercusiones en la forma en que se constituyen los sujetos en su dimensión política y como dan estos significado al entorno en el cual se desenvuelven en la convivencia social, la cooperación, la competencia y el conflicto político.



Se puede entender como cultura política al conjunto de patrones de comportamiento, procedimientos, valores, reglas, etc, que posee el individuo entorno a la política y que lo vincula con el sistema político en general en una razón de reciprocidad actor-estructura.
La cultura política es una creación social que se manifiesta  en las acciones comunes y cotidianas que realizan los individuos a lo largo de su vida; al participar en la solución de un problema comunal al emitir un juicio entorno a su trabajo , al opinar cerca del gobierno, al votar, al participar en una charla de política con sus amigos, etc., la cultura política tiene efecto de reproducción, de recurrencia, persiste en el tiempo, influye y es influida por variables sociales, económicas y culturales.





martes, 16 de agosto de 2011

¿Qué es lo importante para los jóvenes de hoy?, ¿A qué es lo que consideran como valor?.




Los jóvenes valoran lo próximo, lo cercano, lo cotidiano lo que les afecta concretamente en su diario vivir: la salud, la familia, los amigos.Exactamente en el orden descrito. En la parte menos valorada por los jóvenes se encuentra la política y la religión. Esto nos hace ver el conflicto para los jóvenes entre lo próximo y lo institucional.

La preferencia por la familia y los amigos es un dato revelador de su inestabilidad y fragilidad emocional. Se sienten más autónomos en lo económico y seguros de conseguir el dinero para sus necesidades de diversión y tiempo libre, pero están muy preocupados por la fidelidad emocional, quieren un entorno cálido de comprensión, de afectividad y gratuidad hacia ellos. Esto es la clave para entender por qué le dan tanta importancia a la familia y a los amigos.

Los problemas que más preocupan a los jóvenes no son los de hace 10 años. Ahora es más evidente el temor al terrorismo, el problema de las drogas, la violencia doméstica y el temor de terminar la carrera y no tener trabajo. Por otra parte parece que están acostumbrados a la corrupción. No les preocupa tanto, igualmente son muy tolerantes hacia la violencia juvenil. No les mueve mucho el tapete los problemas del medio ambiente, de los países más pobres.

Con lo anterior nos parece evidente cómo los jóvenes se sienten preocupados por lo que les toca en su cercanía y son menos sensibles a los problemas que ven lejanos a su mundo cotidiano. Para los jóvenes, los problemas más importantes son los que se refieren más directamente a ellos, a lo personal en detrimento de los problemas más generales de la vida sociopolítica.

Los valores juveniles se manifiestan también en la tolerancia o justificación a determinados comportamientos. Al señalar qué conductas son aceptables o rechazables se está poniendo de manifiesto aquello que es considerado bueno o malo, es decir, la dimensión ética de los valores. Aquí también encontramos la mayor liberalización y relativización de los valores que hacen referencia a la vida personal próxima.




Podemos afirmar que en el terreno personal la primacía absoluta es la opinión y la opción del sujeto. Cada uno cree que lo que piensa y decide es valioso porque lo piensa y es lo suyo, aún mejor si es lo que piensan los amigos o los ídolos del momento. La opinión externa o institucional los tiene sin cuidado. Por eso los  seis comportamientos más justificados por los jóvenes son: el divorcio, el que una mujer decida tener un hijo sin casarse, la eutanasia, la unión entre homosexuales, el aborto y las relaciones prematrimoniales. En cambio justifican menos lo que les toca menos, es decir la ética civil, la moral pública. No aceptan el terrorismo ni la violencia de género, causar destrozos en la calle, la pena de muerte y aceptar sobornos.